Santos Joaquín y Ana

proteged a nuestras familias
desde el inicio promisorio
hasta la edad madura
repleta de los sufrimientos de la vida
y mantenednos en la fidelidad
a las solemnes promesas.
Acompañad a los ancianos
que se aproximan
del encuentro con Dios.
Suavizad el camino
suplicando para aquel momento
la presencia materna
de vuestra dichosa Hija
la Virgen María
y de su Divino Hijo, Jesús!
Amén.