Aprenda a Rezar el Rosario desde Cero

Guía Fácil y Práctica para Iniciar el Rezo Diario

El Santo Rosario es una de las oraciones más poderosas. Ha sido recomendado por santos, papas y, sobre todo, por la Santísima Virgen María en sus apariciones, como en Fátima, donde pidió que se rezara diariamente para obtener la paz del mundo y la conversión de los pecadores. 

Si usted desea aprender a rezar el Rosario, pero no sabe por dónde empezar, esta guía está especialmente pensada para usted.

Rezar el Rosario desde Cero: Guía Fácil y Práctica para Iniciar el Rezo Diario

El Rosario es una oración que nos invita a meditar los principales misterios de la vida, pasión y gloria de Nuestro Señor Jesucristo y de la Santísima Virgen María. Su estructura está basada en la meditación de 20 misterios divididos en cuatro grupos:

  • Misterios Gozosos (lunes y sábado)
  • Misterios Dolorosos (martes y viernes)
  • Misterios Gloriosos (miércoles y domingo)
  • Misterios Luminosos (jueves, añadidos por San Juan Pablo II)

Cada misterio se contempla mientras se reza un Padre Nuestro, diez Ave Marías y un Gloria.

1. Señal de la Cruz

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

2. Acto de Contrición (opcional pero recomendable)

Pida perdón por sus pecados para disponerse con el alma limpia.

3. Oraciones Iniciales

  • Credo de los Apóstoles
  • Padre Nuestro (por el Papa y la unidad de la Iglesia)
  • 3 Ave Marías (por el crecimiento en fe, esperanza y caridad)
  • Gloria al Padre

4. Anuncio del Primer Misterio

Según el día, anuncie el misterio correspondiente.

5. Cada Decena incluye:

  • Anuncio del misterio
  • Padre Nuestro
  • 10 Ave Marías
  • Gloria
  • Oración de Fátima:


    “Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.”

Esto se repite cinco veces, uno por cada misterio del día.

6. Oración Final

  • Salve
  • Letanías Lauretanas (opcional)
  • Oración a San Miguel Arcángel (recomendada)

Consejos para comenzar con el rezo diario

  • Empiece poco a poco: rece una decena al día y vaya aumentando.
  • Busque apoyo: únase a un grupo de oración o rece en familia.
  • Establezca un horario fijo: por ejemplo, antes de dormir o al amanecer.
  • Lleve sus intenciones: rece por sus necesidades, por la paz del mundo, por los pecadores, etc.

Fruto del Rosario: un corazón mariano y unido a Dios

Rezar el Rosario no es repetir por repetir. Es meditar con el corazón los momentos más importantes de la redención. Con el tiempo, usted experimentará mayor paz, confianza en Dios, y un amor más profundo a la Virgen María.

Como enseñaba San Luis María Grignion de Montfort, “el Rosario bien rezado es el arma más poderosa para tocar el Corazón de Dios”.